domingo, 27 de septiembre de 2009

La Pepa y yo... yo y la Pepa.


Cuando las clases dejan un hueco, lo que más me apetece es seguir volando (que raro ¡¡), y entonces busco a "mi" Pepa, dice que me echa de menos que vuela muy poco conmigo y mucho con mis "socios", que la tengo abandonada, que si ya era hora de dar un vuelo, que si patatín que si patatán... como son las Pepas ¡¡¡
Al final damos motor y nos vamos al aire, entonces ya se calma, la dejo que sea ella la que me lleve allá dónde quiera, yo me relajo mirando el paisaje, y nos perdemos... realmente nos perdemos, volamos durante horas hasta agotar el combustible... es nuestra manera de reconciliarnos, realizar un vuelo agradable, largo, intenso, placentero y como todos inolvidable.