lunes, 21 de septiembre de 2009

La ilusión del futuro... Un niño.


En mi caso, ésto de volar tiene muchos momentos en los que la emoción aflora, es una actividad que se desarrolla en un medio y de una forma que raro es el día que no sientes algo especial,... todavía le queda algo de romántico al hecho de elevarse por los aires, tocar el algodón de las nubes, bailar con el viento...
Por eso trato humildemente y en la medida de mis posibilidades de aderezar la rigidez, autoridad y seriedad, que a veces tiene inherente la labor de instrucción, con buenas dosis de ensueño y complicidad con el alumno. Volar tiene dos ingredientes básicos: técnica y sentimiento, mi objetivo es vivir y hacer vivir éstos dos ingredientes a todo el que me rodea...
Hoy ha sido un Domingo muy completo en cuanto a sensaciones, ver salir el sol en el aeródromo mientras hacía el pre-vuelo, dar clase a uno de mis alumnos preferidos (Gerardo), participar en la exhibición aérea de Guadalajara, rendir homenaje a Manuel, pasar un día rodeado de gente muy agradable y entusiasta, sentir el cariño del público especialmente de los más pequeños, poner un diminuto granito de arena en la promoción de la aviación, etc,...
Y como guinda al pastel... el niño de la foto, no recuerdo tu nombre, seguro que tú tampoco el mío, pero no olvido que hemos hecho un trato y seguro que tú tampoco lo olvidarás.
Me has prometido que cuando seas piloto me darás una vuelta por allá arriba... yo ya me estoy imaginando ese día:
yo viejo y próximo a mi "toma final",
tú joven y en "carrera de despegue",
y los dos volando,
yo esperando morir
tú ansiando vivir,
y los dos volando,
De todas formas demos o no demos ese futuro vuelo, gracias por haber sido la guinda del pastel.