Charlie, pletórico y entusiasmado, junto a Beni, orgulloso y muy contento. Y no es para menos, alumno e instructor comparten uno de los momentos inolvidables en el aprendizaje de surcar el aire, el vuelo de la verdad, el vuelo en el que el alumno por primera vez vuela solo, sin instructor a su lado...
Enhorabuena Charlie, ahora en tus continuos vuelos transoceánicos ya no tendrás tanta envidia del que "conduce" el gigantesco pájaro metálico...